Cuanto mayor es la intensidad o duración de la actividad física realizada mayor será el consumo del “combustible", del cuerpo y cuando éste escasea aparece la fatiga. ¿Cómo evitamos esto? Teniendo la mayor reserva de glucógeno muscular posible. Y esto se consigue con una dieta rica en carbohidratos, con un mínimo del 55% del total de calorías ingeridas.

Si se realiza ejercicio de manera frecuente, en ocasiones nos preguntamos qué podemos comer antes y/o después del ejercicio.

Pues bien, dependerá mucho de qué objetivo estemos buscando.

De manera general, antes del ejercicio será importante consumir alimentos que nos aporten energía suficiente para afrontar la actividad o ejercicio físico.

Al acabar, y para ayudar a la recuperación muscular según el tipo de ejercicio realizado consumiremos un tipo u otro de alimentos preferiblemente altos en proteina para recuperar las fibras musculares.

Si el ejercicio ha sido mas de tipo cardiovascular se debe ingerir carbohidratos complejos, es decir, cereales integrales, pasta, arroz, etc, para reponer el glucógeno muscular (combustible del cuerpo) desgastado durante la actividad física realizada.

Si el ejercicio ha sido de tipo anaeróbico, (gimnasio, Crossfit, pesas) hay más desgaste muscular, por lo que los aminoácidos, las unidades de las proteínas, serán imprescindibles. Alimentos aconsejados son: pescados, huevos, carnes legumbres, lácteos y derivados después de realizar la actividad física.

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